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Mostrando las entradas de diciembre, 2024

No robaràs

    Uno de los mandamientos que Dios nos da para poder vivir en paz, es “no robaràs” (Éxodo 20 y Deuteronomio 5). Ahora bien, nosotros creemos que un ladròn es aquèl que se sube a un bus y le saca de la cartera a la señora su teléfono; o, a un señor la billetera de su saco. Esos son llamados, al menos en nuestro país Guatemala, “carteristas”, o sea, ladrones de poca monta. Existe otra clase de ladròn más dañino aún (y tampoco son los políticos), y es aquèl que nos puede robar la cercanìa con Dios, es aquèl que es capaz de lastimar tanto que hace que muchos no solamente se aparten de la iglesia, congregación, templo, sinagoga (llámelo como quiera) sino también apartan a la gente de Dios. Hemos de estar muy atentos y ser muy fuertes, para evitar que esos ladrones nos afecten. El Señor siempre está a nuestro alcance, no es por estar en èste o aquèl lugar que podemos tener comunión con él (eso pensaban los fariseos y sacaron a Cristo de la sinagoga). En el Proverbio 3:3 se nos...

La muerte silenciosa.

      La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, y la osteoporosis son conocidas como las "muertes silenciosas" porque muchas personas las padecen sin darse cuenta. Sì, podemos estar enfermos y no darnos cuenta, por ello se les llama muertes que nos llegan en silencio. Es curioso, que en lo espiritual el pecado actúa de la misma forma en el ser humano, es una muerte silenciosa, tanto así, que nos inmiscluimos en uno y no nos damos cuenta que tan lejos nos lleva, sino hasta que estamos mal delante de las personas o de nosotros mismos. Las escrituras nos exhortan a que todos los días busquemos a Dios para pedir perdón por nuestras faltas, a tal grado que también pidamos por los pecados que en oculto cometemos (Salmo 19:12). Ese es un consejo que nos dejó el rey David, y que él practicaba cada noche. Muchas veces aún sin darnos cuenta ofendemos, dejamos de servir a alguien u ocultamos algo. Esos también son pecados aún (Santiago 4:17). Y sab...

Esto dice el Señor.

    ¿Còmo, en estos tiempos en los que muchas personas con toda la buena voluntad y una gran necesidad de encontrarse con Dios pueden reconocer a què líder seguir? En el libro de Miqueas leemos lo siguiente: “Esto ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él” (Miqueas 3:5). Sì, esta es una clave o una señal de un líder al cual no debiéramos de seguir, si con tal de comer él, le enseña al rebaño que estamos en tiempos de paz, de poder y de prosperidad. Pues esto contradice al cien por ciento lo que Cristo les dijo a sus apóstoles (Mateo 24; Marcos 13 y Lucas 21), y a nosotros, a través de ellos: “En el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33). Cristo y sus apóstoles sufrieron tanto ese mensaje de persecuciòn que, siendo Cristo el dueño del templo y las sinagogas… le fue prohibido por los “lìderes religiosos” de la época entrar allí. Cuidado, si un líder...

Imitando a Faraòn.

  En el libro de Éxodo leemos la historia de cómo Dios envìa a Moisès a “liberar” a SU pueblo de la esclavitud (Éxodo 10:1). Y, en el transcurso de la narración nos encontramos que Faràon recibió de Dios diez oportunidades de poder obedecer la orden (las 10 plagas). Sin embargo, ni así entendió el Faraòn lo serio de no querer agradar al creador. No hay quièn al enterarnos de la historia pensemos: “Pero què necedad la de ese hombre”, sin darnos cuenta que nosotros en el día a día hacemos lo mismo. ¿Cuàntas veces estando en posiciones de desventaja, de desasosiego, de angustia, le pedimos a Dios que nos libere, pero en cuànto él (Dios) lo hace, volvemos a los caminos torcidos. Bièn nos recomiendan las mismas escrituras: “No hagáis promesas a Dios a la ligera” (Eclesiastés 5:4). Y, èste verso nos agrega al final… ¡No seáis insensatos!  El núcleo de èsta lección es entonces: NO imitemos a Faraòn o sufriremos las consecuencias.   Señor: Danos un honesto celo por tu cas...

Cuidados extremos.

    Conocemos personas a quienes les encanta la carpinterìa, tienen su equipo que han ido comprando con el tiempo pues no es su medio de vida sino una forma de utilizar su tiempo libre. Platicando con un amigo a quien le gusta èsta rama, nos cuenta que hay que tener un “cuidado extremo” al manejar ciertas herramientas como la sierra de banco por ejemplo, que es una sierra con motor que se mueve a 11 mil revoluciones por minuto, en otras palabras es un instrumento muy pero muy veloz, y por lo tanto, un descuido puede tener graves consecuencias, perder los dedos, una mano, o que por un rebote ser lastimado en la cara o los ojos. Pensamos inmediatamente en cómo para las tareas prácticas de la vida cotidiana nos preocupamos por esos detalles que parecen insignificantes ante las consecuencias de nuestros descuidos espirituales, con razón las escrituras nos exhortan con pensamientos como èste: “ Bendeciré a Jehová que me aconseja; Aun en las noches me enseña mi conciencia” (Salm...

Andamos por veredas torcidas.

    Todos creemos hacer lo correcto con respecto a nuestras decisiones, por ello, tomamos ciertos caminos, pero, Dios nos dice que nuestros caminos no son siempre rectos, por ello nos vive exhortando a que le busquemos cada día pues así él podrá guiarnos (Proverbios 3:6). Al hablar con Dios nos previene o nos avisa de con quién no andar (Proverbios 1:15). Nos exhorta a que le consultemos por cuál camino tomar (Proverbios 5:21). Nos avisa que si tomamos veredas equivocadas no sólo nos haremos daño sino que perderemos la paz (Isaìas 59:8). Bien nos dicen las escrituras que todos creemos tener la sabiduría implícita en nuestras vidas y decisiones, pero que no es así (Proverbios 3:7). Especialmente en estos tiempos “instantáneos” que nos obligan casi a tomar decisiones inesperadas, debemos buscar a Dios porque no sólo nuestro cuerpo, sino nuestras almas y espíritus tienden a mantenerse cansados y sin fuerzas, por ello, aplica principalmente el verso de Mateo 11:28… “Venid a mì...

La verdad acerca de los premios.

    Concursos de Miss Universo; premios Nobel; Balòn de oro; premios Oscar, Campeonatos mundiales de cualquier deporte, etc. Todos esos premios han acaparado la atención mundial año con año. Las gentes hacemos pronòsticos, damos nuestra opinión, discutimos por quién debiera o no ganar, y hay quienes lo toman tan personal que hasta se distancian de personas a las que dicen tener mucho aprecio. Y, con el tiempo, nos enteramos de los amaños que se hacen por correr tanto dinero “bajo de agua” comprando premios, jueces y voluntades. En el reino de Dios eso NO sucederà, Dios es justo y dará a cada quièn la recompensa que se ha ganado, NO que haya comprado (Colosenses 3:24; Romanos 2:12). Aún en èsta vida quien ama, respeta y honra a Dios también recibirà una recompensa: riqueza, honra y vida (Proverbios 22:4). No implica que las riquezas, la honra y la larga vida sean “necesariamente” muestras de honrar a Dios, pues hay impíos que hasta pareciera que se fueran de èste mundo sin ...

Aquì no hay: Ni dos por uno ni mitad de precio.

  En ciertas fechas, aniversarios, fiestas principales, fin de año, o cuando ya se van a caducar algunos productos, casi todos los almacenes sacan ofertas, y las frases que generalmente utilizan son:   Lleve “Dos por uno”, “el segundo a mitad de precio”, o “todo a mitad de precio”, etc. En lo espiritual no existe eso, en èste tema la salvación de cada persona es totalmente personal, no hay alguien que pague menos o más por esa salvación que Dios nos dio GRATIS por medio de su Hijo (Juan 3:16). Nos habla la escritura que cuando oìmos la palabra de Dios entonces podemos ser salvos, pero si no hay quien llegue y nos hable de esa salvación entonces estaremos perdidos (Romanos 10:14). El único requisito para la salvación no está en una tarjeta de crédito; no está en una billetera llena; en una familia entregada a Dios, está simplemente en “aceptar voluntaria y personalmente” esa salvación de la cuál Dios nos habla. La salvación es personal y no podemos heredarla, lo que sì podemo...

Ni al día siguiente, ni al año siguiente, ni al siglo siguiente.

    Roma, año 70, un día después de la destrucción del templo de Jerusalèn. Un panorama desolador, fuego, humo, cenizas, y la ciudad vacìa pues todo judío y todo seguidor de Cristo han sido evacuados, lo que conocemos històricamente como la “gran Diàspora”. Analicemos por un momento entonces. Cuando usted se ubica en ese día: 1- Ya no está en Jerusalèn, de lo contrario estaría muerto. 2- En donde se encuentre tiene que permanecer escondido pues de lo contrario será un muerto más en la causa cristiana. 3- Un año después el panorama no ha cambiado, pues el imperio se ha establecido en la ciudad. 4- Un siglo después tampoco, pues el Imperio seguía con la misma tònica, prueba de ello es el hecho histórico que las únicas personas que “escondidas” permanecieron en Jerusalèn hacia el año 130, también son perseguidas y eliminadas (lo que conocemos como la revolución de Bar Kojba). 5- Doscientos años después el panorama tampoco ha cambiado, todo cristiano se ha desplazado a Europa ...

A nadie se le ocurriría.

  Hace dos mil años el Imperio Romano persiguió a todo aquèl que se llamaba cristiano o que predicara el evangelio de Jesucristo, lo vemos en la vida de Pablo en Hechos 24 completo, y lo vemos en la historia con la destrucción del templo en el año 70 a manos del emperador Tito. Más tarde vemos la erradicación total y absoluta de todo creyente en el año 130 con la revolución de Bar Kojba en Jerusalèn. De esa época en adelante hasta Constantino en 313 todo creyente era perseguido por nombrar siquiera el nombre de Cristo. Cristo hablando a SU pueblo nos dice: “Mirad que NADIE os engañe” pues ese será un tema difícil en la caminata de todo aquèl que quiera seguirme (Mateo 24:4). Pregunta: ¿Cómo puede alguien creer que siendo èsta la situación?   El Imperio Romano iba a permitir, o, algùn creyente se le iba a ocurrir poner LA CEDE CENTRAL DE SU FE, precisamente en el centro de ese Imperio en Roma?   Dejemos que el sentido común, o, una mediana investigación nos responda. ...

Los nuevos Samaritanos.

    En tiempos de Cristo, hace dos mil años, los Samaritanos, parte del reino del norte y siendo también linaje de Abraham, no se juntaban con los Judìos del Sur en Jerusalèn, porque se habían distanciado cuando el reino de dividió al morir Salomòn (alrededor del año 930 a.c.). Lo que no implica que no conocieran a Dios (Jehovà), la prueba es el hecho que cuando Cristo habla con la samaritana en el pozo, hablan de “adorar” al mismo Dios solamente que en distinto lugar (vea Juan 4:20). Y, luego Cristo le explica que viene la hora, y que había llegado ya, en donde cualquiera puede adorar a Dios en cualquier parte, en el monte, en su casa, en su trabajo, etc. (verso 22). Entonces, a lo que vamos es a lo siguiente: “Hoy (y desde hace dos mil años) CUALQUIERA que adore a Dios NO importando el lugar en donde se encuentre, está agradando a Dios aunque no agrade a los hombres, y será oìdo y bendecido por èl”. Por lo tanto, NO podemos andar creyendo que quienes se reúnen en un reci...

Socializar

  Socializar es un término político que se ha transmitido erróneamente a la comunicación entre personas, con todo, y eso, lo que hoy queremos enfatizar es el hecho siguiente: Hace unos días una persona fue cuestionada por no “socializar” mucho, hasta le dijeron que el no hacerlo está “probado” que produce Alzheimer. Su respuesta fue: “Y si socializo me va a dar infarto”. Explicamos, su respuesta fue acompañada de èsta explicación: No me gusta socializar porque la gente no deja hablar, uno está hablando del reciente cumpleaños de su cónyuge y el que está enfrente no lo deja ni terminar para hablar de los cumpleaños de sus nietos; uno está hablando del dolor de espalda que está padeciendo por un esfuerzo mal hecho, y el que está al lado le corta la comunicación para explicar que su dolor es más grande porque le duele el riñón desde hace años. Otro más, sin importarle que la persona enferma está medicada por médico, se atreve a recetarlo (no nos explicamos cómo ha han matado a algui...

El justo siempre lo verà.

  Nos narra la historia de Abraham, que cuando Dios destruyò Sodoma y Gomorra y las otras tres ciudades de la llanura (Gènesis 19:25). Al día siguiente de la destrucción, Abraham subió a un monte en donde se podían ver las ciudades y viò aún el humo que salìa de ellas (Gènesis 19:25-26). Hay algo que nosotros los creyentes hemos de aprender, cuando una persona hace mal, hace daño intencionado, o comete un pecado con conocimiento de causa… y aún así, pareciera que prosperara, solamente nos toca esperar un poco y seremos testigos de su caída, màxime, si en ese proceso la persona ha menospreciado, se ha aprovechado, o hecho mal a otras. La palabra también nos dice que: “Antes de la caída viene la altivez de espíritu” (Proverbios 16:18). Nunca seamos altivos por la posición o logros que podamos alcanzar, todo está en manos de Dios, y como dijo Job: “Jehovà diò, Jehovà quitò” (Job 1:21). Lo que alcanzamos nunca es por mèrito propio, es solamente porque Dios lo ha permitido. Meditemo...

Nada hemos traído y nada nos llevaremos

    “Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar” (1ª Timoteo 6:7). Palabras del apóstol Pablo a Timoteo cuando le aconseja cómo llevar en instrucción al pueblo de Dios. En una reunión de familia llegó alguien con la noticia que un pariente había muerto, el pariente había sido un hombre muy trabajador, de esas personas que dejan cualquier deleite por ir y romperse el lomo por ganar dinero, así, su fortuna había crecido inmensamente.   Alguien de la sala preguntò a ese respecto: ¿Cuànta fortuna ha de haber dejado? Unos decían “X” miles; otros “Y” millones porque también tenìa fincas y casas, etc. Hasta que alguien en son de broma dijo: “Para mì que la dejó toda”. Sì, nos dice la escritura que sin duda, nada nos llevaremos. Con razón el sabio Salomòn nos aconseja: “Lo mejor que puede hacer el hombre es comer y beber del fruto de su trabajo” (Eclesiastès 5:24). No es entendible entonces por què en ocasiones nos compartamos tan limitados pues cua...

El tanque vacío.

    Hace unos días alguien contratò a un jardinero para que le ayudara en las tareas de un jardín que tenía días de no tener atención alguna, se hizo un tiempo, un espacio, se preparò lo necesario para las tareas, pero, cuando se iban a iniciar las acciones no se pudo porque el tanque de combustible de la máquina estaba vacío. Con razón en lo espiritual Cristo nos recomienda: “No sólo de pan vivirà el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Es totalmente explicable cómo el mundo en general se levanta, se acicala para ir a sus labores, y luego regresa por la noche quejándose del cansancio, de los problemas en el trabajo, del tránsito, etc. por no haber puesto su vida en las manos de Dios desde que se despertó. ¡En otras palabras, salen a la calle con el tanque vacío y esperan poder rendir el màximo! Somos unas máquinas, solamente que se nos ha olvidado, o, nadie nos ha enseñado, que somos máquinas espirituales antes que materiales… y por lo ta...

El amor de Dios frente al amor del hombre

    Un hijo se marcha y malgasta parte de la fortuna del padre, y la historia nos cuenta que el padre le esperaba todos los días a que volviera (Lucas 15:20), y cuando al fin vuelve… le hace, no solamente una comida sino una fiesta (Lucas 15:22). Esta es una paràbola que está en las escrituras, pero para no quedarse solamente como una idea màs, Cristo mismo practica la acción cuando después que el apóstol Pedro le ha negado y hasta blasfemado de él, no una sino en tres ocasiones (vea Mateo 26:74). El Señor ya resucitado, se presenta y delante de todos los demás discípulos prepara un desayuno en donde la persona principal es Pedro (vea Juan 21:4 y 12). No es una licencia para que pequemos, pero lo que sì debemos entender es el hecho que aún si pecamos, abogado tenemos en Cristo para con el Padre, certeza que nos da el apóstol Juan (1ª Juan 2:1). Demos gracias a Dios por su misericordia, pues siempre ha demostrado a la humanidad, y a nosotros mismos, que el amor de él no se ...

Primero hay que deshierbar.

    Para que un jardín se vea presentable hay mucho trabajo e inversión de por medio. Por experiencias ajenas y propias lo sabemos. Primero hay que quitar toda hierba mala y en ocasiones aún parte de la buena. Es necesario quitar parte o toda la tierra baja para colocar nueva, y luego de nivelar el terreno… entonces inicia el proceso final con las plantas, árboles e ideas para decorar. Lo mismo nos sucede con lo espiritual, no podemos esperar, sólo porque alguien reconoció a Cristo como su salvador que de la noche a la mañana sea un pròspero creyente. Es necesario remover muchas cosas antes. Para eso son las pruebas y las enseñanzas que debemos padecer (Santiago 1:12). Es necesaria una comunicación permanente con Dios; leer las escrituras comparándolas con otras escrituras; y tener intercambio de conocimientos con otros creyentes. Pero NUNCA quedarnos con la palabra unilateral de alguien, el Apòstol Pablo felicitò y alabò a los creyentes de Berea precisamente por esa razón...

Lo académico no te hace ser, necesariamente, un digno ejemplo.

  Se conoce de personas en la historia que han alcanzado grandes logros a nivel académico, pero, sus recorridos por la vida no los hacen necesariamente unos ejemplos dignos de seguir. La década de 1960 a 1970 fue algo que en términos espirituales podríamos llamar “catastróficos” para la humanidad, y todo, apoyado por grandes figuras del profesionalismo. El rock se convirtió en un símbolo para las juventudes que crecíamos en ese momento; la droga se propagò de una manera exponencial; la rebeldìa humana inició su ya largo camino existente hasta llegar a ser el libertinaje que hoy tenemos: feminismo, “variedad de G-neros”; inmoralidad extrema, etc. Bien nos dijo el apóstol Pablo hace dos mil años que uno de los signos de los últimos tiempos era que serían “tiempos peligrosos” (2ª Timoteo 3:1). (Y volvemos a decirlo, NO olvidemos que él viò el futuro cuando estuvo en el tercer cielo, 2ª Corintios 12:2), por lo que sabìa de lo que predicaba, escribía y hablaba. Muy académicos, muy pre...

Heme aquí… envíalo a él.

    Estudiando medianamente la palabra de Dios sabemos que la expresión del título de hoy no es exactamente así. La palabra dice: “Heme aquí, envíame a mì” (Isaìas 6:8). Expresiòn dada por el profeta Elìas cuando Dios le habla de la necesidad que hay de explicarle a un pueblo necio lo que está en el corazón de Dios (Isaìas 6:10). Conocemos a un matrimonio cuyo ministerio es el de interceder en oración por otros, sabemos que ellos lo hacen con el todo amor, gusto y desinterés del caso, pues Dios les hablò diciéndoles: “Y todo lo que hagáis, hacedlo como para Dios, y no como para los hombres” (Colosenses 3:23). Pero el punto es el siguiente, nos contaban que no pocas personas les llaman para decirles: “Por favor, OREN por tal o cuál persona que está en penas”… pero ellos NO lo hacen. En otras palabras, no apoyan en oración a su amigo, a su pariente, a su recomendado, sino le dejan la “carga” a terceras personas. Se convierten en “mandaderos pero no en colaboradores de oracio...