La verdad acerca de los premios.
Concursos de Miss Universo;
premios Nobel; Balòn de oro; premios Oscar, Campeonatos mundiales de cualquier
deporte, etc. Todos esos premios han acaparado la atención mundial año con año.
Las gentes hacemos pronòsticos, damos nuestra opinión, discutimos por quién
debiera o no ganar, y hay quienes lo toman tan personal que hasta se distancian
de personas a las que dicen tener mucho aprecio. Y, con el tiempo, nos
enteramos de los amaños que se hacen por correr tanto dinero “bajo de agua”
comprando premios, jueces y voluntades. En el reino de Dios eso NO sucederà,
Dios es justo y dará a cada quièn la recompensa que se ha ganado, NO que haya
comprado (Colosenses 3:24; Romanos 2:12). Aún en èsta vida quien ama, respeta y
honra a Dios también recibirà una recompensa: riqueza, honra y vida (Proverbios
22:4). No implica que las riquezas, la honra y la larga vida sean
“necesariamente” muestras de honrar a Dios, pues hay impíos que hasta pareciera
que se fueran de èste mundo sin pagar tanto daño que han hecho. Pero de lo que
sì podemos estar seguros es que los premios, los galardones y la honra que Dios
dè a cada uno… no podrán ser corrompidos por nada ni por nadie (Apocalipsis
20:12).
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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