La obesidad espiritual.

 


En lo físico, la ciencia ha demostrado lo siguiente: “La obesidad no es sòlo un problema estético. Es un problema médico que aumenta el riesgo para muchas otras enfermedades y problemas de salud. Estos pueden incluir: Enfermedades cardìacas; diabetes; presión arterial alta; colesterol alto; enfermedad hepàtica; apnea de sueño, infartos, derrames y hasta algunos tipos de càncer”. Las soluciones que nos dan para evitar todo eso son básicamente: “Comer sano, tomar agua suficiente, y hacer ejercicio”. Ahora bien, en lo espiritual, también podemos llegar a ser obesos, ¿Còmo? Siendo demasiado “teòricos pero nada prácticos” (Santiago 1:22). Si predicamos un conocimiento sin amor (1ª Corintios 13:2). Si no somos transparentes y no andamos practicando la verdad (Colosenses 3:9-10). Si caminamos erròneamente, dudando, cambiando de opinión porque no tenemos buen discernimiento (Proverbios 9:9-10). Si solamente nos dedicamos a estudiar y estudiar pero no practicamos ni predicamos esos conocimientos, nos puede llegar a suceder lo que le dijeron al apóstol Pablo: “Las muchas letras te pueden volver loco” (Hechos 26:24). Entendamos, la obesidad espiritual también existe… se llama FARISEISMO.

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El anticristo está entre nosotros.

Cuando Dios te tira al ruedo.