Aquì no hay: Ni dos por uno ni mitad de precio.

 


En ciertas fechas, aniversarios, fiestas principales, fin de año, o cuando ya se van a caducar algunos productos, casi todos los almacenes sacan ofertas, y las frases que generalmente utilizan son:  Lleve “Dos por uno”, “el segundo a mitad de precio”, o “todo a mitad de precio”, etc. En lo espiritual no existe eso, en èste tema la salvación de cada persona es totalmente personal, no hay alguien que pague menos o más por esa salvación que Dios nos dio GRATIS por medio de su Hijo (Juan 3:16). Nos habla la escritura que cuando oìmos la palabra de Dios entonces podemos ser salvos, pero si no hay quien llegue y nos hable de esa salvación entonces estaremos perdidos (Romanos 10:14). El único requisito para la salvación no está en una tarjeta de crédito; no está en una billetera llena; en una familia entregada a Dios, está simplemente en “aceptar voluntaria y personalmente” esa salvación de la cuál Dios nos habla. La salvación es personal y no podemos heredarla, lo que sì podemos es instruir a los nuestros en ese camino para que no se aparten de él, dando nosotros, por supuesto, el ejemplo.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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