El tanque vacío.

 


 

Hace unos días alguien contratò a un jardinero para que le ayudara en las tareas de un jardín que tenía días de no tener atención alguna, se hizo un tiempo, un espacio, se preparò lo necesario para las tareas, pero, cuando se iban a iniciar las acciones no se pudo porque el tanque de combustible de la máquina estaba vacío. Con razón en lo espiritual Cristo nos recomienda: “No sólo de pan vivirà el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Es totalmente explicable cómo el mundo en general se levanta, se acicala para ir a sus labores, y luego regresa por la noche quejándose del cansancio, de los problemas en el trabajo, del tránsito, etc. por no haber puesto su vida en las manos de Dios desde que se despertó. ¡En otras palabras, salen a la calle con el tanque vacío y esperan poder rendir el màximo! Somos unas máquinas, solamente que se nos ha olvidado, o, nadie nos ha enseñado, que somos máquinas espirituales antes que materiales… y por lo tanto necesitamos combustible espiritual también… pues no sólo de pan vivirà el hombre si quiere tener lleno su tanque.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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