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Mostrando las entradas de agosto, 2024

Dios nos advierte o avisa antes de…

    Dios habla con Caìn y le advierte o avisa antes de su pecado: “¿Por què te has ensañado, y por què ha decaido tu semblante? (Ensañar, significa: Planear hacer el mayor mal posible a alguien que no está en la capacidad de defenderse. Y, decaer: dícese de la pérdida de condiciones de alguien). Si bien hicieres seràs enaltecido, pero si no lo hiciereis el pecado está a la puerta. (Gèneses 4:6-7). ¿Què nos dice èsta escritura? Que ciertamente la tentación del pecado toca a nuestra puerta, pero está en nosotros tomar la decisión de ceder o negarnos a cometer el pecado. No podremos argumentar que Dios es malo, que Dios nos ha olvidado, o que no nos guarda… si nosotros NO tomamos cartas en el asunto. No permitamos que algo o alguien nos ensañe; que el bienestar de los impíos por sobre el problemàtico vivir de un pìo nos perturbe. Dios es bueno y siempre. Lo que hoy nos esté ensañando o haciendo decaer nuestro semblante… pasarà, y pasarà pronto si ponemos nuestros oídos a la v...

Para el Señor, no para los hombres.

    Nos dice el apóstol Pablo en Colosenses 3:23: “Y todo lo que hagáis, hacedlo como para el Señor, no como para los hombres”. Es bien difícil para el ser humano hacer algo y no esperar un halago, una recompensa, un mèrito, etc. Cristo cuando estuvo sobre la faz de la tierra nos diò ejemplos claros de sencillez y humildad. Hacìa milagros, (ciertamente era por guardar el momento exacto y oportuno, pero también lo hacìa para que quienes le siguieran lo hicieran por amor y convicción no por interés) por ello decía: “Ve, preséntate al templo… pero NO se lo digas a nadie”. Por ello decimos, què gran diferencia con nosotros, que en cuanto hacemos algo que consideramos bueno lo hacemos público. Mientras que lo que consideramos defecto a algo malo, simplemente, lo escondemos, lo tratamos de minimizarlo, o peor aún, lo justificamos. Meditemos.   Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

El cristiano está para dar… no para recibir (Generalmente).

    Cuàntas veces escuchamos a un creyente expresar: “Dios es bueno… pero SÒLO cada vez que recibe algo”. Mas no expresa lo mismo cuando pierde, cuando no recibe, cuando tiene que dar. Cristo dijo a sus discípulos: “El que quiera ser grande entre ustedes, tendrá que servir, no ser servido” (Mateo 20:26). Claro que Dios es bueno ¿acaso no entregó a su Hijo limpio de pecado, santo como él, digno de ser Rey de reyes, para que fuera hecho hombre y tratado como un criminal SÒLO para salvarnos? Pero las malas enseñanzas nos han aorillado a creer que Dios solamente es bueno cuando recibimos algo; cuando las situaciones de la vida nos favorecen; cuando vivimos cómodamente de nuestro trabajo, o peor aún, del trabajo de otro. Dios tiene planes para cada uno de nosotros, y como dijo un gran predicador, no nos lleva con él en cuanto aceptamos el sacrificio de Cristo por nosotros… porque su plan no solamente es salvarnos, sino que crezcamos para que los galardones sean mayores en el ci...

Todos necesitamos una intercesiòn.

    Tenemos un conocido que nos contó lo siguiente: El Señor nos ha dado el ministerio de interceder por las personas enfermas, y es muy triste ver que hay momentos en los cuales tenemos que quitar de la lista a una de ellas, pero no porque se sanò sino porque falleció. En el libro de los Hebreos leemos lo siguiente: “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él (Cristo) se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (nosotros)” (Hebreos 7:25). Cristo, no solamente murió y resucitò por nosotros, sino subió a los cielos para INTERCEDER perpetuamente por nosotros. Lo hemos mencionado en varias ocasiones, el ministerio de la intercesión es un ministerio devaluado y minimizado por muchas personas (aún creyentes), pero es un ministerio sagrado, tanto así que es el ministerio de nuestro Señor Jesucristo en los cielos actualmente. No maximicemos a quienes están detrás de un pùlpito, ni mucho menos minimicemos a quienes interceden en lo oculto de ...

La oración más hipòcrita.

  Es increíble pero en ocasiones la oración más hipòcrita que podemos hacer es el Padre Nuestro. Es un “modelo” de oración que Cristo nos dejara a través de sus discípulos, cuando estos le expusieron: ¡Señor, ensèñanos a orar! (Lucas 11:1-4). Pero nosotros la utilizamos como un “amuleto”, como si tuvièramos abierta la biblia en èste o aquèl pasaje, creyendo que con eso entrarà bendición a nuestra casa o la vida NO importando lo que en sì practiquemos o cómo vivamos. Dios NO es un Dios de amuletos, imágenes, costumbres o tradiciones, Dios es un Dios que desea le alabemos en espíritu y en verdad (Juan 4:23). El punto es el siguiente: En ese patròn de oración declaramos que Dios está más alto que nosotros; que él tiene el derecho de hacer lo que quiera con nosotros y en nosotros; que por favor nos de él pan de cada día; que nos perdone nuestras ofensas, y que no nos meta en tentaciones. Cuando en realidad no creemos que él esté más alto que nosotros; le quitamos el derecho de hacer ...

Simplemente no estaba inscrita.

  “Favour Ofili llegaba a la capital francesa con la ilusión de sumar la primera medalla para Nigeria en los Juegos Olìmpicos 2024; sin embargo, esto no pudo ocurrir debido a que la federación no la inscribiò” ¿Deja por eso de ser una excelente atleta? Por supuesto que no. Simplemente quedó eliminada de un evento muy importante. Se preparò por muchos años para poder competir, pero un trámite de no inscripción no se lo permitiò, por triste y decepcionante que parezca. Las escrituras nos hablan de prepararnos y estar inscritos para poder participar de la gloria de Dios, cuando no es así, es triste y decepcionante pero no lo haremos. Veamos un ejemplo: Las 5 virgenes insensatas, ellas se prepararon, pero no pudieron ser inscritas para participar de las bodas del Cordero por un trámite (Mateo 25:2); fueron condenadas por ello, NO. Simplemente no participaron en un evento importante “las bodas del Cordero” por no estar inscritas, por triste y decepcionante que parezca. Meditemos. ...

Alta traición.

    En términos generales “traición” significa: “Faltar a la fidelidad o lealtad hacia una persona”. Alta traiciòn se le llama al hecho de faltar a esos principios en relación a una persona o entidad muy cercana; muy importante, o de alto cargo. Tradicionalmente se representa con la figura de Judas Iscariote, debido al hecho que cometiò hacia nuestro Señor Jesucristo, su maestro (Mateo 26:15). Ahora bien, no sólo nuestro Señor Jesucristo había de ser traicionado en la historia del pueblo de Dios, él mismo nos profetizò que una de las señales del fin de los tiempos sería precisamente la alta traición. ¿Por què decimos alta traiciòn? Pues porque los tres evangelios que nos hablan del tiempo del fin lo mencionan (Marcos 13:12; Lucas 21:16, y Mateo 24:9 que lo habla más generalizado). Por amor o por aberración a Cristo, hasta los padres entregaràn a los hijos; los hermanos a los hermanos; y los mundanos a los creyentes. Por cierto, esa, no sólo será una señal más, sino una “in...

A Cristo no hay que OFRECERLO… sino CODICIARLO.

    Vemos en la televisión, escuchamos por la radio, o en vivo, a lìderes que cuando terminan sus respectivos sermones, hacen un LLAMADO al altar para que, si alguien no ha entregado su corazón y su vida a Cristo, lo haga. No nos oponemos ni negamos que el llamado de Cristo fue: “Id, y haced discípulos en mi nombre” (Mateo 28:19). Pero, a través de cuatro décadas y media de caminata, podemos decir con bastante certeza: “Que a Cristo más que OFRECERLO… hay que CODICIARLO”. Tenemos como prueba acerca de la anterior afirmación, el estado actual de la llamada Iglesia, la cuál ya es un “Club Social” muy bien elaborado. Se hacen reuniones para jóvenes; reuniones para matrimonios; reuniones para solteros; reuniones para niños, etc. Pero, cuando vemos los resultados, todo se resume en “actividades” para llenar una agenda (no hablemos del tema económico que ya es un BOCHORNO mundial). Así, como una persona cuando desea una prenda de vestir, un perfume, un aparato electrònico, un au...

La mentira es el pan del cobarde.

    Apocalipsis 21:8 menciona “algunos” de los pecados que, por permanecer en ellos, no podremos entrar al reino de los cielos. Pero, por alguna razón el primer pecado que señala es la “cobardìa”. Y, si estudiamos las escrituras a fondo podremos comprobar que el pan que alimentò y está alimentando aún al ser humano en ese sentido es precisamente la mentira. Adàn peca, y miente al decir que fue por Eva; Eva peca, y miente al decir que fue por la serpiente, pues no se atrevieron, por temor al castigo, a decir que de propia voluntad pecaron, castigo que, dicho sea de paso, de todas formas recibieron (Gènesis 3). Caìn asesina a su hermano y cuando es cuestionado no dice la verdad por conveniencia, es descubierto, y de todas formas recibe el castigo (Gènesis 4). Hoy, no decimos la verdad, o, decimos la mitad de la verdad y paramos mintiendo. Lo cuál no nos evitarà recibir nuestro merecido. Meditemos, el pan de la cobardìa es la mentira. Muchos creyentes estamos obsesionados con...

El tema que eliminarà a miles.

  En verdad que “pecado” es la palabra idònea, pues como tal, esa palabra abarca un abanico de perfiles. Pero, tomando criterio de las escrituras, creemos firmemente que el elemento más importante en ese abanico es la falta de OBEDIENCIA. Adàn y Eva cayeron de la gracia por no obedecer (Gènesis 3:); los patriarcas tuvieron sus momentos de debilidad por no obedecer (Abraham, Gènesis 20:2; Isaac, Gènesis 26:7; David, Deuteronomio 17:17). Si ellos cayeron ¿cuàntas más posibilidades tenemos nosotros de poder hacerlo?. El Señor nos llama a la obediencia, pero no a obedecer a “nuestra” manera sino a la manera de él… “inmediatamente y sin justificaciones”. Vienen tiempos muy duros o difíciles para la humanidad, que no nos dejaràn exactamente de lado a los creyentes (Mateo 24; Marcos 13 y Lucas 21). No vamos a padecer todos los males que padecerà el mundo, pues Dios ha ofrecido cuidarnos y sustentarnos, pero si no obedecemos sufriremos mucho (Apocalipsis 12:6). ¡Cuidado… no nos engañemos...

Hasta que les tuvo que cerrar el templo. (Parte final)

  ¿Destruir (cerrar) las llamadas Iglesias? ¡Es una locura!   Así pensábamos antes del 2020 y sucedió. No había congregación abierta en todo el mundo, y sin embargo, la VERDADERA iglesia del Señor estuvo sustentada en el desierto (las cuatro paredes de sus propias casas). Ahora, quienes eran solamente cristianos de nombre fueron expuestos y simplemente ya no buscan al Señor en ningún lugar, pero, quienes eran y siguen siendo la esencia de ella, madrugan para estar con Dios; leen las escrituras; estudian las escrituras; tienen empatìa con el necesitado, practican y no sólo predican el evangelio, etc. (se reúnan o no se reúnan en congregación alguna, sino sustentados en el desierto). En otro sentido, recordamos un principio bìblico de la Hermenèutica: “El principio es igual al fin”. La Iglesia inició con una unciòn del Espìritu Santo y una dìaspora… y así terminarà (Apocalipsis 12:6). Y reiteramos lo que se dijo en el principio de estos mensajes: “Creemos en los verdaderos min...

Hasta que les tuvo que cerrar el templo. (Parte cuatro)

  No solamente a quienes confesaban que Jesùs era el Cristo sacaban de las sinagogas al principio de la Iglesia, también al mismo Cristo le hicieron lo mismo (Lucas 4:1-11). Así, exhortaciòn tras exhortación, señalamiento tras señalamiento, prueba tras prueba…   los religiosos (descendientes del sacerdocio) NO entendían lo torcido y chueco que andaban. Primero se atrevieron a complotar para “asesinar” al Hijo de Dios que dejar sus prostituidas prácticas (Juan 11:50). Entonces Dios tuvo que tomar una decisión final: DESTRUIR EL TEMPLO y DISPERSARLOS, lo que sucedió en el año 70 con Tito el emperador romano. Este tema, no es para tomarlo a la ligera, pues hoy en día lastimosamente no son pocos los que creyéndose descendientes de Aaròn USURPAN el santuario de Dios, y otra vez, sì otra vez: “Estàn convirtiendo la casa de Dios en cueva de ladrones”. Y todo apunta a que los templos otra vez serán destruidos (cerrados), pues exhortación tras exhortación, señalamiento tras señalamie...

Hasta que les tuvo que cerrar el templo. (Parte tres)

    Los profetas, Juan el Bautista, y Cristo expusieron públicamente y en privado las deficiencias que tenían los ya insensatos descendientes de Aaròn en el cuidado de las cosas de Dios y del Templo (vea todo Mateo 23). Y, lejos de reflexionar y de darse cuenta que Cristo era el Hijo de Dios, el Mesìas anunciado por las profecías, como lo vieron, los ahora ya religiosos, era como quien venìa a “robarles” su negocio. Imagìnemos èsta escena cuando les dice:   “Mi casa será llamada casa de oración”   pero ustedes la han convertido en “cueva de ladrones” (Mateo 21:13). Luego, les explica que él NO habia venido a “METER” gente a las sinagogas sino a “SACARLAS” de allí: “ Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz” (el mensaje es claro, las que se quedan dentro NO son de él, Juan 10:4). Lo que queda probado con la historia de la curaciòn del ciego, y lo que a èste y a sus padres les dicen los lìderes r...

Hasta que les tuvo que cerrar el templo. (Parte dos)

  Así, Jehovà ungiò a Aaròn y sus descendientes para que “cuidaran” sus cosas sagradas y en su momento del Tabernàculo (Templo) (Éxodo 29:1). Aaròn y sus primeros descendientes hicieron lo que Jehovà había mandado, pero lastimosamente, cuando fue pasando el tiempo èste servicio se degenerò pues hubo abusos en varios renglones. En pocas y grotescas palabras “prostituyeron el ministerio”, siglos después Cristo se los dijo claramente y en la cara pues primeramente llegaron a creerse “intocables”: “ amaban los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas,   y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamaran: Rabí, Rabí” (Mateo 23:6-7). Y, llegaron al colmo de anteponer a la misericordia y a la justicia de Dios, sus normas, preceptos y tradiciones (Mateo 23:23). Pero acaso lo que colmò la paciencia de Dios fue el “abuso de autoridad para apropiarse del dinero, aún del de las viudas y de los huèrfanos”: “! Ay de vosotros, escribas y fariseos...

Hasta que les tuvo que cerrar el templo. (Parte uno).

    Antes que iniciemos estas líneas expresaremos que somos amantes del Señor, y amantes de cumplir con sus mandamientos y de respetar y honrar los dones que él nos repartiò, por ello, el ministerio que nos encargò de “pan y palabra” hace ya 41 años, y que él y sólo él, mantiene con recursos propios lo hemos tratado de administrar con la mayor transparencia posible, pues a muchos les consta que pan y palabra no son solamente mensajes diarios, ya que se ayuda a niños, huérfanos, viudas y oramos por personas necesitadas sin ànimo de lucro alguno sino solamente para honrar al Señor. Con èsta base, entramos en materia. Jehovà dijo al hombre desde el principio:  “ Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios” (Deuteronomio 28:2). Luego, hizo consagrar a Aaròn y sus descendientes como Sacerdotes, quienes se encargarìan de cuidar de las cosas sagradas y en su momento del Tabernàculo (Templo): “Esto es lo que harás para consa...

Ese tiempo serà sólo para valientes. (Parte final)

    ¿Cuàl es el punto de todas èstas instrucciones? Que seguir a Cristo no es una moda, no es un evento social, no es ni siquiera la solución a todos los problemas que acarreamos en la vida. Seguir a Cristo es un compromiso muy serio, muy delicado y de consecuencias eternas. Por ello, él mismo nos dijo: “El que vuelve sus ojos atrás… no es digno de mì”. Cristo nos anunció tiempos MUY difíciles al acercarse su segunda venida (la cuál creemos está muy cercana dadas las señales que vemos hoy), esto lo captaron en tinta testigos fieles como el apóstol Mateo (24), el discípulo Marcos (13), y lo investigò diligentemente otro discípulo, el mèdico Lucas (21). Pero no lo hemos entendido pues con las “pocas” penas que nos aquejan murmuramos, nos justificamos, mostramos rencor, resentimiento, críticamos, nos vivimos justificando, etc. Si estamos quejándonos todo el tiempo y estamos inconformes con lo que nos sucede o por el lugar en donde estamos… NO ESTAMOS TOMANDO LA CRUZ Y SIGUIÈN...

Ese tiempo serà sólo para valientes. (Parte dos)

    “ Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos…   Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él” (Isaìas 53:3 y 5). Esto fue escrito hace 27 siglos (2,700 años). Y, hace 20 siglos (2,000 años) se escribió: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada dìa, y sígame” (Mateo 16:24), palabras dichas por el Hijo de Dios anunciado. Aquèl, que sería despreciado y desechado por los hombres; Aquèl, sobre quien cayeron todas las culpas y castigos por nuestros pecados. ¿Cuàl es el punto? Que ese mismo Hijo de Dios hecho hombre que nos incita a seguirlo tomando nuestra cruz CADA DÌA, nos anunció una gran tribulación cual no la ha habido desde el principio de la creación (Marcos 13:19), y, lìderes insensatos, ignorantes e interesados en los bienes de èste mundo...

Ese tiempo será sólo para valientes. (Parte uno)

    Es increíble cómo la necesidad o las angustias personales nos hacen acercarnos a Dios con una euforia que pocas actividades nos provocan. Y, eso, no estaría mal, de no ser porque casi siempre los motivos son equivocados, lo cual demostramos con el hecho que en cuanto pasa la pena o la angustia nos olvidamos de Dios. En otro sentido, escuchamos “un mensaje muy motivador de un líder carismàtico”, y salimos de ese recinto con la idea que el “Edèn” ya fue reabierto otra vez sobre la faz de la tierra. Pero, sin llegar a ser negativos o pesimistas, nada más lejano a la verdad, y esto, no por opinión propia sino porque quedaron escritos los acontecimientos de los tiempos en los cuales nos iba a tocar vivir. Veamos: “En aquèl tiempo se levantarà Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de ANGUSTIA, cual NUNCA fue desde que hubo gente hasta entonces” (Daniel 12:1), preguntamos. ¿Podremos señalar de negativo o de pesimista al profeta,...

Leemos pero NO entendemos.

  Es un hábito muy preciado el que un creyente lea las escrituras, es triste, sin embargo, que incluso muchos de los que leemos o decimos estudiar las escrituras no sepamos conceptos elementales. Nos preguntan ¿Cuándo vivieron los profetas que anuncian el fin? y no sabemos responder. Nos cuestionan acerca de la división del reino de Israel, y no sabemos dar una explicación completa acerca del reino del norte y el del sur, o, peor aún, no sabemos el por què se dividieron o cuando. ¿Sabemos acaso cuàntos reyes hubo en Judà?. ¿Sabemos si eran parientes quienes reinaron en el norte? ¿Podrìamos responder cuál fue el nuevo pacto que Dios ofreció para los últimos días? ¿Còmo se llamaba quien fue elegido para sustituir a Judas el traidor? ¿Hasta cuándo dicen las escrituras que durò la Ley de Moisès? Y, yendo aún más lejos ¿Sabrìamos responder de dónde saliò la esposa de Caìn? ¿Era Nimrod un hombre de color? Como creyentes, NO podemos estar sacando el pecho con orgullo si al menos no co...

Quièn es un fariseo.

    En tiempos de Cristo, un fariseo era una persona estudiada y entendida en los asuntos de Dios (Mateo 23:2). Se caracterizaban por creerse los ÙNICOS que tenían toda la verdad (Juan 8:33). Predicaban y obligaban a otros a hacer cosas que ellos no hacían (Mateo 23:3). Juzgaban a los de fuera con distintas reglas y normas que a los propios y que a sì mismos (Mateo 23:4). Eran hipócritas, pues vivìan de una forma en lo privado pero de distinta en público (Mateo 23:5). Defendìan el asistir a la sinagoga y ocupar puestos importantes (Mateo 23:6-8). Señalaban a quienes no asistìan a la sinagoga, pero ellos estando dentro NO eran parte del pueblo de Dios (Mateo 23:13). Un fariseo, hablaba de humildad y sencillez pero tenía interés en el dinero más que en el alma de un necesitado (Mateo 23:14 y 23). ¿Queremos identificar a un fariseo el día de hoy?, es fácil, son iguales que los de antaño “demudan” su rostro, no tienen gozo debido a su lucha por la apariencia ((Mateo 6:16). Ahora...
 Porque la paga del pecado es muerte, màs la dàdiva de Dios es vida eterna en Cristo nuestro Señor Jesucristo.