Tendremos turbulencias.


“Muy buenos días, soy el Capitàn Guillermo Sur, es un gusto tenerlos a bordo, èste es el vuelo 502 con destino a la ciudad de Miami, quiero informarles que la duración será aproximadamente de dos horas con veinte minutos, y que tendremos un poco de turbulencias por las condiciones climáticas, pero no se preocupen es una situación normal”. Pregunta: ¿Se atreverìa usted a decir que el Capìtan Sur es una persona “negativa”; que le desagrada porque le gusta “meter en miedo a la gente”; o, que “mejor se baja del avión porque ya lo asustaron”? Al contrario, creerìamos que el Capitàn Sur es más digno de respeto y confianza que antes que se identificara, pues es una persona honesta que nos está avisando de lo que sucederà y cómo terminarà el asunto. Pues bien, cuando pasamos èsta situación a lo espiritual “cambia, y radicalmente”, pues Cristo, los apóstoles y las escrituras completas nos hablan que la caminata cristiana tiene “turbulencias”, entiéndase aquí: Tribulaciones, limitaciones económicas y emocionales, enfermedades, penas, angustias, y conflictos diversos, pero, que el destino está asegurado porque el Hijo de Dios nos lo confirma (Hechos 14:22 y Juan 16:33). Y ¿què sucede con nosotros? Criticamos a quien nos “informa y trata de dar confianza”, diciendo que esa persona es negativa; que què pesimista; que por eso no creemos ya en nada ni en nadie porque les gusta meternos en miedo, etc. Hermano en la fe, amigo, familiar o conocido… se le informa que en èste viaje… HABRÀN TURBULENCIAS.

Señor: Danos un honesto celo por tu casa. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El que inició la obra en tì… la terminarà.

La obesidad espiritual.

El amor versus el interés