No espigues en otro campo.

 


 

Noemì y su nuera Rut se marchan de la tierra de Moab, tierra que les había arrebatado toda esperanza al llevarse consigo la vida de sus esposos (Rut (1:3-5). Salieron pues hacia Judà en donde Noemì tenía parientes, fueron a morar a las tierras de Booz, quien era agricultor. Dicho sea de paso las tierras de Booz eran muy productivas (Rut 2:3). Como obediencia a Dios en Israel los propietarios no debían segar las tierras por completo para dejar algo para los necesitados, siendo asì, Rut espigò en esos campos. Cuando Booz la viò le dijo: “Oye, hija mìa, no vayas a espigar a otros campos, ni pases de aquí” (Rut 2:8). En sentido espiritual Dios Padre nos deja que cosechemos en sus campos, campos muy productivos porque él lo prometió en Deuteronomio 28:1-14. Y nos dice: “No vayas a espigar a OTROS campos, NO pases de aquí”, pero nosotros no hacemos caso y por ello es què en muchas épocas de nuestra vida pasamos necesidades, pues resulta que los otros campos no son TAN productivos como los de nuestro Padre Celestial.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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