Arrimados somos y en el camino andamos
El Espìritu Santo inspirando
al apóstol Pablo le dice: “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos
(Judìos y Gentiles) hizo UNO sólo, derribando la pared intermedia de
separación” (Efesios 2:14). Les ha sido muy difícil a los predicadores modernos
entender que Israel (un remanente) sigue siendo el pueblo elegido de Dios,
pero, que al mismo tiempo nos diò entrada a nosotros los no judíos (gentiles) a
ese mismo reino. Israel NUNCA ha sido desechado por Dios (por lo tanto no
existe una teoría del reemplazo), lo vemos claramente en la explicación que
Cristo nos da en el evangelio de Juan (Juan 10:1-16, especialmente èste último
verso). Y hemos de entender que el apóstol Juan recibió ese misterio
directamente de Cristo puesto que era quien se recostaba en su pecho, en otras
palabras su comuniòn fuè más ìntima que la de los otros once discípulos (Juan
13:23 y 21:20). Asì, hemos de entender que como decían las abuelas: ¡Arrimados
somos y en el camino andamos con los judíos creyentes! No podemos bajo ningún
punto de vista eliminarlos cuando Dios no lo ha hecho (Romanos 11:25).
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa
Comentarios
Publicar un comentario