Que gran diferencia hubiera

 


 

Si en cada decisión que tomamos en la vida, dijéramos como dijo Moisès cuando Dios lo mando tomar la tierra prometida: “Si no vas con nosotros, no iremos”. Cuàntas penas y dolores de cabeza nos evitarìamos en la vida (Exodo 33:15). Pero, lamentablemente, confiamos mucho en nuestras capacidades o habilidades entonces creemos que NO necesitamos consultar con Dios, ni mucho menos pedirle que nos guìe o vaya con nosotros. Sin embargo, cuando todo nos falla entonces sì le echamos la culpa, le preguntamos el por què permitió que nos pasara esto o nos dejara de pasar lo otro, etc. Debemos entender algo, si no lo tomamos en cuenta para las decisiones, entonces no lo tomemos en cuenta para los resultados ni mucho menos culparlo por lo que nos pase o deje de pasar.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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