La ausencia de un padre

 


En nuestra sociedad, que cada día se cree más “liberal” pero que en realidad es cada día más “libertina”, ya es muy común el hecho que una pareja que dice “amarse ciegamente”, en cuanto sale a luz un embarazo no planificado termine el gran amor. Quedando asì, en la gran mayoría de casos una madre soltera y un niño sin padre, o, terminando tristemente en un aborto. Quienes creemos y tenemos temor de Dios, entendemos que el fundamento de la sociedad es el matrimonio entre un hombre y una mujer (Gènesis 1:26-28). Sin embargo, como ya vimos, este fundamento está quedando tristemente obsoleto y para muchìsima  gente “parte de la modernidad”. Como ya se mencionò, el resultado son hijos sin padres, cuyas consecuencias, según los expertos son: “Personas que experimentan entre otros efectos: La dificultad para establecer relaciones sòlidas, y que por tanto, tienden a la soledad”. Con estas bases, ahora podemos entender lo que le sucede a una persona que crece sin la tutela de Dios. Y, ahora también, quizás entenderemos mejor las expresiones bìblicas que se nos dan en Eclesiastès 12.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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