Se medita antes… no después.

 


Hace años que en todo el mundo muchas personas astutas y de malas intenciones inventaron negocios llamados “piramidales”, con los cuales engatusan a personas de buena voluntad, que, primero invierten cuando miran ganancias fáciles y luego meditan en lo que hicieron. En otro orden de ideas, pero siempre en la línea de hacer dinero fácil, vemos en las escrituras que hace dos mil años, alguien pensó en hacer negocio y obtener dinero fácil, su nombre era Judas. Judas en un impulso por la ambición material, fue, y ofreció entregar a su maestro por dinero (Mateo 26:14). Pero, cuando meditò en lo que había hecho, regresó y quiso reparar el daño sin tener resultados positivos (Mateo 27:3-10). En la vida, cada vez que primero actuemos y luego meditemos, saldremos perdiendo. Muchas personas pierden sus ahorros, y más, en los negocios piramidales; muchos otros al traicionar a sus más íntimos; pero, el punto principal es que eso no trae nada bueno, pues no hemos aprendido a meditar antes y no después de actuar.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

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