Coincidencia

 


En el principio del AT, vemos a un hombre a semejanza de Dios, Adàn (Gènesis 1:26-27); en el principio del NT vemos a un hombre a semejanza de Dios, Jesùs (Mateo 3:17). Vemos en el AT, una toma de decisiones, Caìn y Abel con sus sacrificios (Gènesis 4:3-4); en el NT también vemos toma de decisiones, la humanidad eligiendo o desechando a Cristo (Juan 3:16-19). Vemos en el AT una descendencia santa y una impìa (Gènesis, capítulos 4 y 5); en el NT también vemos dos descendencias, los que seguimos a Cristo y los que lo persiguen (Mateo capítulo 2). Vemos en el AT una manifestación clara de Dios, el Diluvio (Gènesis, capítulo 7); en el NT también vemos una manifestación clara de Dios, los milagros (ver los 4 evangelios). En el AT vemos una promesa, la tierra de Canaàn (Gènesis 12:1-5); en el NT también vemos esa misma promesa, muchas moradas en la casa del Padre (Juan 14:2). En el AT hubo un rapto (Enoc, Gènesis 5:24), en el NT también se nos ofrece un rapto (1ª Tesalonicenses 4:16). Hay muchos sucesos que se repiten en el NT que sucedieron en el AT, ¿acaso podemos creer que son coincidencias?, cuando el sabio dijo: “No hay nada nuevo bajo el sol” (Eclesiastès 1:9) y Cristo dijo: “Ni una tilde ni una jota de lo escrito dejarà de cumplirse” (Mateo 5:18).

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

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