Saulo, Saulo ¿Por què me persigues?

 


 

En Mateo 7:21 leemos: “No todo el que me dice Señor, Señor entrarà al reino de los cielos”. La pregunta es: ¿Quièn en el mundo le dice Señor a Dios? Respuesta NADIE. Lo que nos lleva a una conclusión: “Hay personas en lo que nosotros conocemos como Iglesia, Sinagoga, Congregaciòn, Templo, etc. que NO son creyentes, que están entre nosotros pero no son de nosotros dijo el apóstol Juan en su primera epìstola 2:19.  Nos narra el apóstol Mateo en el capítulo 7, que muchas personas hasta harán milagros en el nombre de Jesùs, pero aùn asì, NO son parte del pueblo de Dios. Esto nos lleva a que tenemos que ser muy cuidadosos de nuestra relación personal con Dios, pues de lo contrario podemos estar metidos en el “grupo” de Dios pero no ser del “grupo” de Dios. En la conversión del apóstol Pablo lo vemos. El perseguia a los creyentes creyéndose èl un creyente (èl mismo lo explica en Filipenses 3). Y ¿Còmo se diò cuenta que NO lo era de verdad? HASTA cuando Dios mismo le dijo: ¿Saulo, Saulo, por què me persigues?

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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