El poder de los sueños.

 


En el año que tomaron a Cristo prisionero gobernaba la provincia de Judea un tal Poncio Pilato, gobernador que se ha hecho famoso durante las eras, porque pudiendo salvar a Cristo lo entregó a la muerte. ¿Quièn no conoce esa historia y ese nombre? Pero, hubo una mujer de quien la historia no menciona ni siquiera su nombre, se llamò Claudia Pròcula y era la esposa de Poncio Pilato. ¿Por què es importante ella? Porque nos narran las escrituras que tuvo un sueño, el cuál Poncio Pilato ignorò, y por ignorarlo cambió el rumbo de la historia. “No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de Él” envió a decirle a su esposo (Mateo 27:19). Pero Poncio Pilato no la escuchò y el sueño, como venìa de Dios, tuvo consecuencias. Dios nos puede hablar por medio de su palabra (Romanos 1:17, texto que convenció a Martìn Lutero para hacer la Reforma); por medio de personas, como cuando Pedro predicò (Hechos 2:41); y, hasta por medio de sueños, como cuando Josè entiende de quién iba a ser padre putatitvo (Mateo 1:20).

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

 

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