Cuando Dios te tira al ruedo.

 


Leemos en el libro de Job capítulo 1 y verso 8: “Y Jehovà dijo a Satanàs: ¿No has considerado a mi siervo Job?. Fuè allí, en donde Satanàs puso sus ojos en Job. Fue allí, en donde inició el calvario de Job, cuando a Satanàs se le diò permiso para tratar con Job, media ve, no tocara su vida (verso 12). Vemos en el largo relato de 42 capìtulos, que Job perdió todo lo que tenía y sufrió grandes penas SIN HABER COMETIDO PECADO ALGUNO. Conocemos a muchos creyentes que han estado o están en esas mismas condiciones. ¿Cuàl es la razón? ¿Injustica de Dios? ¿Gana de querer divertirse de Dios?. Por experiencias vìvidas en lo personal y por personas cercanas, podemos decir con autoridad lo siguiente: ¡NO!. Cuando a Cristo sus discípulos le preguntaron por la razón de que aquèl hombre era ciego, Cristo respondió: “Ni él ni sus padres pecaron… esto sucedió para que las obras de mi Padre se hagan manifiestas” (Juan 9). Comprendamos algo: Lo que ayer u hoy fue o es nuestro sufrimiento, pena, angustia o limitación… mañana será nuestro testimonio”, porque fue Dios quien nos tirò al ruedo y dará la gracia. Amèn

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La obesidad espiritual.

El anticristo está entre nosotros.