Invoquè su nombre y entonces me librò.

 


 

¿Quièn saca a una persona de un pozo profundo, si èsta no pide ayuda a gritos? No podemos esperar que los demás adivinen que estamos dentro de un pozo profundo, si nosotros no damos señales que allí es en donde nos encontramos. Esta es la idea que Dios nos da, cuando, en los Salmos estudiamos: “En el día de la angustia (estar dentro del pozo), clama a mì (pedir ayuda a gritos), y YO te responderè (alguien que nos saque del pozo) (Salmo 50:15). Quizàs por ignorancia, por orgullo, por necedad, o por desconfianza (justificada por cierto) o cualquier otra razón, seguimos en el fondo del pozo creyendo que nuestras oportunidades se acaban. Pero, nuestro Padre celestial nos dice que NO es asì. El siempre tiene sus ojos abiertos sobre la faz de la tierra, esperando ver y esperando escuchar ese clamor que nos saque del fondo (2ª Crònicas 16:9). ¡No nos tardemos en clamar, el tiempo se agota!

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La obesidad espiritual.

El anticristo está entre nosotros.

Cuando Dios te tira al ruedo.