Un simple mensaje pero que trascendiò

 


 

En 1926 un buceador norteamericano muy bromista (George Morrow), deposìto una botella con un mensaje en el rìo Cheboygan en Mìchigan. En 2023 una buceadora aficionada (Jennifer Dowker) la encontró, leyendo el siguiente mensaje: “Por favor devolverla a George Morrow en Michigan. La nota de prensa que cubriò la noticia cerrò el artículo escribiendo lo siguiente: “Lo que comienza como un simple mensaje puede perdurar más allá del tiempo… y seguir tocando corazones”. Nuestro Padre celestial, nos dejó escrito lo siguiente: “Id y predicad èste evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15-18). No nos cansemos de hablar, de escribir, y de actuar en nombre de Dios… seràn tan sólo, a la vista humana, pequeños mensajes, pero que pueden perdurar a través del tiempo y seguir tocando corazones. Selah.

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

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