Pensaron hacerme mal.

 


Josè, el amado de su padre Jacob, debido a la envidia de sus hermanos es vendido a unos mercaderes, que a su vez, lo venden en Egipto (Gènesis 37:25). Josè es bendecido por Dios (no sin antes pasar algunas tribulaciones), y se establece en el imperio egipcio como uno de los principales (Gènesis 41:37-39). Asì la situación, hay hambruna en la tierra y los hermanos de Josè se presentan delante de él para suplicar su favor (Gènesis 42). Luego de varias citas, Josè se da a conocer a sus hermanos y les dice: “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios, cambió todo para bien, y para hacer lo que hoy vemos, y salvar a mucha gente (Gènesis 50:20). Recordemos que los hermanos de Josè son los “patriarcas” de la historia. Hoy, la situación es muy parecida, muchos que se consideran “patriarcas” de la iglesia están lastimando a muchas personas fieles y amantes del Señor, pero no saben que están siendo “utensilios” valiosos en las manos de Dios, pues esas personas que hoy están siendo ofendidas, menospreciadas, y sacadas de la congregación, serán quienes salven a muchas personas en un tiempo no muy lejano. Se está repitiendo de nuevo: “Ustedes pensaron hacer el mal… Pero Dios, cambiarà todo para bien, con razón el sabio rey Salomòn exclamò: “Y nada hay nuevo bajo el sol” (Eclesiastès 2:9). Meditemos.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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