La gran mentira.

 


 

Uno de los primeros pecados de la humanidad es la mentira. Adàn tratò de mentirle a Dios culpando a Eva; Eva tratò de mentirle a Dios culpando a la serpiente; Caìn tratò de mentirle a Dios diciendo que no sabìa de su hermano porque no era su guardìan (Gènesis 3 y 4). Seis milenios han sido más que suficientes para que la mentira alcance su máximo esplendor en todas las áreas. ¿A cuál nos referimos hoy? A la gran mentira utilizada para estafar a las ovejas: “Traiga el dinero de Dios, NO le robe a Dios su dinero”. Preguntamos: ¿Necesita Dios dinero? ¿Necesita acaso el dueño del mundo y todo lo que en él existe, dinero, Salmo 24:1-2? ¿Cuànto del dinero de Dios, recibe Dios? ¿Acaso no dijo el Hijo de Dios, que pobres siempre habrá entre nosotros para poder ayudarlos, Mateo 26:11? ¿Estamos promoviendo el NO cumplir con el mandamiento de Dios de compartir de lo mucho que nos ha dado? ¡NO, absolutamente NO! Lo que estamos diciendo es que cumplamos con el verdadero mandamiento de Dios dándole a los pobres (Mateo 25:31-46), y no que mantengamos MERCADERES VAGOS aprovechados (Zacarìas 14:21). El que entendió, entendió. ¿No sabemos acaso que hechor y consentidor pecan por igual, aunque èste último lo haga por omisiòn? (Salmo 19:12).

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La obesidad espiritual.

El anticristo está entre nosotros.

Cuando Dios te tira al ruedo.