El Reino con el ojo del hombre y con el de Cristo (Parte uno).

 


Si somos creyentes, uno de los anhelos más grandes que tenemos si no el que más, aunque tenga un precio muy alto por pagar, es llegar al Reino prometido por Dios a través de su Hijo Jesucristo (Lucas 12:32). Es esa la razón por la cuál luchamos permanentemente contra nuestra carne, contra nuestros aguijones, contra nuestras debilidades, pues luego de estudiar las escrituras sabemos que para poder “pertenecer o entrar al Reino de Dios” NO podremos seguir siendo: “Ni fornicarios, ni idòlatras, ni adúlteros, ni sodomitas, ni pervertidos sexuales, ni ladrones, ni avaros, ni borrachos, ni calumniadores, ni estafadores (1ª Corintios 6:9-10); Tampoco tener lascivia, enemistades, pleitos, contiendas, herejías, etc (Gàlatas 5:20-21). Pero, ¿Què o cuál es el Reino según Dios? ¿Es acaso como lo contempla el ser humano?

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La obesidad espiritual.

El anticristo está entre nosotros.

Cuando Dios te tira al ruedo.