Cuenta conmigo y sì voy.
Nos narra la escritura un
pasaje en el cuál un hombre de campo, les pidiò a sus dos hijos que lo acompañaran
a la viña a trabajarla, el primero dijo sì voy padre, pero no fue; mientras que
el segundo dijo no cuentes conmigo, pero sì voy (Mateo 21:28-32). Es difícil
creer pero es una triste realidad también hoy en día, que muchos obreros del
Señor, cuando están en público dicen una cosa pero en la intimidad muestran
otra. ¡Clamemos al Señor por no ser de esa clase de personas, o peor aún, ser
lìderes asì!. Que cuando el Señor en la intimidad nos hable, nos mande, nos
ordene ir, o, incluso si nos manda quedarnos quietos… lo hagamos. Que no seamos
de esos necios que se creen salvadores del mundo mostrando lo que NO son, o
mostrándolo por intereses oscuros. Solamente una intimidad diaria, constante y
desinteresada con el Señor, nos puede guiar a decir sì Señor cuenta conmigo porque
yo sì voy.
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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