O es culpable o te está mintiendo.
Nos enseñò la abuela: “Mijo,
cuando para una “misma” pregunta una persona te de varias respuestas, tenè por
seguro que: o es culpable o te está mintiendo”. Hay personas que nunca son
culpables de lo que sucede, y lo notamos en sus actitudes y respuestas: Suena
un ruido fuerte en la cocina de la oficina y se escucha: “se cayó” una taza. La
taza no tiene vida propia por lo tanto no puede echarse un clavado al piso, la
respuesta debiera ser se me cayó una taza, aunque eso nos inculpe. Dos personas
se reparten una pizza, la una se come su parte y la otra la guarda pero la
guarda tanto tiempo que se echa a perder, èsta al darse cuenta dice: “Echamos a
perder la pizza, la respuesta debiera ser, echè a perder la pizza, aunque eso
la inculpe. Así es la naturaleza humana,
Adàn, dijo: “La mujer que me diste”; Eva, dijo: “La serpiente me dijo” (Gènesis
3:12-13). Eso se llama justificación y también es pecado, y con cuànta
frecuencia lo hacemos.
Señor: Danos un honesto celo por tu casa.
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