Dijo ID… no dijo ENCIÈRRENSE.
¿Quièn no ha escuchado o leído
en los evangelios acerca de la Gran Comisión
encargada por Cristo, no solamente a sus discípulos sino también a
nosotros por medio de ellos según lo declaró el mismo? (Mateo 28:19 y Juan
17:20). Y, ¿Cuàl fue esa comisión? ¡Id!, nunca fue “enciérrense”. Lo hemos
dicho hasta la saciedad desde èsta ventana, a ningún padre de familia “sensato”
se le ocurrìa tirar por la borda: años de tiempo; años de riesgo; años de
inversión; años de idas y venidas en carreras, para que cuando un niño que pasó
por pàrvulos, primaria, secundaria, una universidad y quizás hasta una
maestrìa… el día que (ya adulto) se gradùa de èsta última… “encerrarlo” en
párvulos otra vez. ¡Lo envìa a que practique lo aprendido!. Eso de
“encerrarlos” es precisamente lo que Cristo dijo que NO había que hacer. Luego
de tres años y medio de instruir a sus discípulos les dijo: ¡Id! (por si algún
necio no entendió, eso significa SALIR, no encerrarse). Pero tristemente eso es
lo que hacen en las congregaciones, iglesias, templos o sinagogas, dígalo como
quiera. Los niños (lo dice la lógica y la biblia) son quienes necesitan
“tutores” (Gàlatas 4:1-2), pero no un hombre o mujer ya preparados que luchan
por depender de Dios. Preguntamos: ¿Què hay de malo en depender de Dios? Lea
Jeremìas 31:33-34), o por el contrario lea Jeremìas 17:5. El que entendió,
entendió.
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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