Hay que alegrarse en todo
Salomòn nos recomienda o aconseja, que debemos estar
contentos con todo lo que nos sucede, eso no implica que forzosamente tengamos
que llevar mariachis a un funeral, pero sì que entendamos que el tiempo del
difunto llegó a su fin. Que la enfermedad de alguien no es solamente por
quitarle la paz. Que la pèrdida de un trabajo o de un capital no es por
fastidiarnos. Es simplemente para formar carácter en nosotros sus hijos.
Volviendo al tema, las palabras exactas del sabio fueron: “Así, pues, he visto
que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en su trabajo” (Eclesiastès
3:22a). Si vemos con detenimiento a nuestro alrededor entenderemos mejor èste
punto, una persona que no está contenta con su trabajo, que está allí porque en
algo tiene que estar, lo más seguro es verle un rostro triste, apagado, mal
humorado o decaìdo. Pero, si vemos a alguien que está haciendo lo que le gusta
hacer o que está agradado en sus labores, entonces le veremos feliz, sonriente,
haciendo bromas, y sobre todo, tratando de hacer agradable la vida a los demás.
Sì, el sabio tenía razón: ¡Tenemos que alegrarnos en todo!
Señor: Danos un honesto celo por tu casa
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