El control.
Una de las virtudes o características que debe tener
alguien para poder triunfar en la vida, tanto material como espiritualmente, es
el control. Una persona puede ser muy inteligente, muy diligente, muy buena
vendedora, muy sociable, muy entregada, etc. Pero si no guarda control sobre lo
que logra, lo pierde todo tarde o temprano. Ha sucedido a través de la historia
con personajes bíblicos: Noè perdió el control sobre el vino que procesaba, y,
no solamente pecò él al emborracharse sino causò un gran pecado en su hijo con
consecuencias muy serias a sus nietos (Gènesis 9:21 y 25). Saùl no controlò sus
emociones ni obedeció a Dios y causò su propia destrucción y la de sus hijos
(1ª Samuel 31:1-2). Judas no tuvo control sobre la confianza y familiaridad con
Cristo y lo vendió, lo que le causò su propia muerte y la maldición sobre su
familia (Mateo 27:5). En cambio, quienes tuvieron el control llegaron a metas
duraderas, tal el caso de Juan el Bautista; Bernabè, Silas, Timoteo, y el
apóstol Pablo. Selah.
Señor: Danos un honesto celo por tu casa.
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