Y serán una sola carne (Parte final)

 


No provoquemos nosotros el fracaso del matrimonio. ¿Còmo podemos nosotros provocar el fracaso? Analizando varios factores: ¿Vimos un detalle que sabíamos, que entendìamos que no nos gustaba pero lo dejamos pasar creyendo que lo superaríamos? (Proverbios 24:3) ¿Escondimos nosotros algún secreto creyendo que nunca sería descubierto, faltando así a la lealtad en el amor? (1ª Pedro 4:8) ¿Justificamos a la pareja o nos justificamos nosotros mismos con tal de casarnos, creyendo que encontraríamos la felicidad escondiendo algo que tarde o temprano los demás notarìan? ¿Estamos dispuestos a vivir sólo para esa persona sin pensar o buscar a otra mientras ese matrimonio dure según las leyes divinas? (Eclesiastés 9:9). Dice la escritura que NO es bueno que el hombre o la mujer estén solos, pero para ello deben alejarse de los padres (Gènesis 2:18 y 24). Una de las principales causas de fracaso es precisamente la NO separación de la pareja de algún núcleo familiar de cualquiera de los dos.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La obesidad espiritual.

El anticristo está entre nosotros.

Cuando Dios te tira al ruedo.