Justicia Divina no es igual a justicia humana.
Lo entendamos o no, la justicia de Dios es distinta a la de
los hombres. En Gènesis 9, en los veros 21 en adelante vemos la historia de
cómo Noè luego de sembrar y cultivar un viñedo toma de su propio vino y se
embriaga, ya en ese estado, ingresa a su tienda y desnudo se tumba en su cama.
Luego entra Cam, su hijo menor y al ver la escena, en lugar de cubrir la
desnudez de su padre va y se burla de él delante de sus hermanos mayores. Nos
narra la historia que al despertarse Noè y conocer los hechos, lanza una “maldición”,
pero no sobre su hijo sino sobre un tal Canaàn. Preguntamos: ¿Quièn es Canaàn?
La biblia nos dice que es su futuro nieto, el hijo menor de su hijo Cam
(Gènesis 9:25). La justica humana nos dice que eso es “injusto”, pero la
justicia divina dice lo contrario, y la prueba es que la descendencia de Cam por
medio de su hijo Canaàn (quienes vivieron en lo que hoy conocemos como tierra de
Israel) tienen siglos de estar en la esclavitud de la guerra y sin paz.
Señor: Danos un honesto celo por tu casa.
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