El niño necesita tutores (Parte uno)
El apóstol Pablo, que seguimos repitiendo, vio todo lo
presente y lo futuro a su época cuando fue llevado a los cielos (2ª Corintios
12:2) nos enseña lo siguiente: “Pero también digo: Entre tanto que el heredero es NIÑO, en
nada difiere del ESCLAVO, aunque es SEÑOR de todo; sino que está bajo TUTORES
y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando ÈRAMOS niños, ESTÀBAMOS en esclavitud
bajo los rudimentos del mundo” (Gàlatas 4:1-3). Preguntamos: ¿Se portò el
apóstol en èste momento como un arrogante, un engreìdo, un autosuficiente, un
superior a los demás por decir ERAMOS y no decir SOMOS niños? Otra pregunta:
¿No fuè inspirado por el Espìritu Santo el mismo apóstol cuando dijo: “Buena
obra desea quien desea obispado”? PERO… tiene que llenar ciertos requisitos (1ª
Timoteo 3:1-13). Preguntamos: ¿Serìa, alguien, arrogante, engreido, considerado
un autosuficiente, señalado como que se cree superior a los demás, si
habiéndose preparado lo más adecuadamente posible, se dedica a trabajar en la
obra de Dios (obispado), y más aún, si lo hace sin provecho propio ni segundas
y oscuras intenciones?. “Entendamos, NO todos los que están detrás de un
pùlpito tienen un ministerio, y NO todos los que tienen un ministerio están
detrás de un pùlpito”. Mirad que NADIE os engañe dijo Cristo (Mateo 24:4).
Señor: Danos un honesto celo por tu casa.
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