Del Dios de sus padres no hará caso. (Parte uno)

 


Cuando el profeta Daniel recibe la revelación acerca de la aparición del anticristo en la tierra, recibe datos que para nosotros debieran ser señales “inequívocas” de quién es ese extraño y seductor personaje (Daniel, capítulo 11). Decimos “extraño” porque será muy diferente a cualquier líder conocido durante toda la historia humana; y “seductor”, porque con sus mentiras, carisma y vida hipòcrita hará que HASTA los conocedores de la palabra de Dios nos podamos llegar a confundir y podamos creer que es el verdadero Mesìas, ya no digamos el mundo que hoy se burla o lo ignora (Mateo 24:24).

Veamos lo que nos dice el profeta: 1- Serà un personaje “político” con gran poder, que tiene descendencia judía, pues nos habla que NO hará caso del Dios de sus padres (Daniel 11:36-37). Analicemos dos situaciones aquí: a) En la antigüedad TODOS los pueblos eran idòlatras politeístas (o sea que tenían y adoraban muchos dioses, solamente Israel era monoteista, o sea que tenía UN sólo Dios). b) Por lo tanto, en èste texto y contexto, el profeta se está refiriendo “obligatoriamente” a un personaje israelita o descendiente de israelitas (Daniel 11:37). 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La obesidad espiritual.

El anticristo está entre nosotros.

Cuando Dios te tira al ruedo.