Las resurrecciones (Parte cuatro).


 

Antes de analizar cómo será la resurrección o si es un sólo evento para TODOS, veamos unos detalles que nos da la escritura. Nos explica el libro de Efesios (escrito también por el apóstol Pablo, que repetimos, estuvo en los cielos y viò todo el panorama), que Cristo “constituyò” cinco ministerios, cuyo fin o meta era: “Perfeccionar a los santos” (Efesios 4:11 y 12). Allí mismo nos dice que es para que dejemos de ser “niños”, y que, crezcamos hasta llegar a la cabeza que es Cristo (verso 15). Y, en el verso (13) nos había dicho: “Para que lleguéis por fe y conocimiento, a la estatura de la plenitud de Cristo”. En otras palabras el apóstol vio en los cielos que hay “niños” en la fe; y que hay “maduros” en la fe, lo que inmediatamente implica que hay “intermedios” en la fe, o sea “jóvenes”. Esto, lo confirma otro apóstol, Juan, en su primera carta, capítulo 2, en donde les habla a “hijitos o niños” (verso 12); a “jóvenes” (verso 13); y a “padres” (verso 14). Otra porción de las escrituras nos dice que la creación entera espera “ansiosamente” la “manifestación” de los HIJOS de Dios. Ahora la pregunta es: ¿Cuàles hijos (los niños, los jóvenes o los maduros), acaso no todos los santos somos hijos? (Romanos 8:19).

Señor: Danos un honesto celo por tu casa. 

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