Como sea… ¡Gracias Señor!
Estuvimos en un debate
espiritual con unos hermanos en la fe: “La salvación es libre albedrìo o fuimos
predestinados” (Josuè 24:15 y Efesios 1:1-6). El debate era acerca de si somos
salvos porque debido a nuestro libre albedrìo o libertad espiritual “decidimos”
seguir a Cristo, o, por el contrario, lo seguimos porque “fuimos predestinados
a seguirlo”. Las opiniones a pesar de ser solamente 4 personas en la mesa,
fueron variadas como lo ha sido por los siglos de los siglos desde hace dos mil
años que Cristo puso sus pies sobre la tierra. Pero el punto final al que
llegamos por unanimidad fue el siguiente: “Sea por gracia recibida para elegir
a Cristo, o, sea porque hemos sido predestinados para seguirle”… No nos queda
más que decir: “Gracias Señor, por poder seguirte”, pues como dijeron los
discípulos en su momento: “De NO ir contigo… a dónde iríamos” (Juan 6:68).
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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