Escudriñemos y aprenderemos bien (Parte final)
¿Alguna vez en TODO nuestro
peregrinar cristiano, y en todas las ocasiones que nos han hablado del diezmo, nos
han explicado Deuteronomio 14? Miremos
lo que DIOS DECRETÒ acerca del diezmo: Verso 22, indefectiblemente, o sea que
no tiene discusión “estaba” establecido. Verso 23, y COMERAS delante de Jehovà
tu Dios, el DIEZMO de TU grano, de TU vino, de TU aceite, y las PRIMICIAS de
tus manadas para que APRENDAS a temer a Jehovà TU Dios. “Y”, si el camino a
donde Jehovà te llevare sea demasiado largo VENDERAS EL PRODUCTO DE TU DIEZMO
(preguntamos: ¿Quièn vende dinero… para obtener dinero, si ya tiene dinero?,
luego entonces, el diezmo NO era de dinero), “Y” daràs el dinero por todo lo
que DESEAS: vacas, ovejas, por vino o por sidra, o por cualquier cosa que TU y
TU familia deseen… PERO, sin olvidar al Levita porque él NO tiene heredad física
en la tierra (Deuteronomio 14:22-27). Debièramos entender aquì al menos las dos
lecciones MÀS EVIDENTES: 1- El diezmo, INSTITUIDO por Dios, era para satisfacer
TUS necesidades primero, y luego AYUDAR a los levitas; y 2- Un Levita
(sacerdote, pastor, líder) NO puede tener heredades terrenales si quiere ser AYUDADO
por TU diezmo. Pero ¿Quièn es el ladròn, el que da mal, el que da bajo engaño,
o el que se lo queda con conocimiento de lo que está haciendo? Escrito está: Dios NO mete ladrones en el
paraíso (Levìtico 6:2-4 y 19:13). Selah.
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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