Escudriñemos y aprenderemos bien (Parte cuatro)
Cuando Cristo les hablò a los “religiosos”
les dijo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, HIPÒCRITAS!, porque pagáis el
diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los PRECEPTOS
de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y estas son
las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas (Mateo 23:23). Cristo
estaba haciendo énfasis en que la justicia, la misericordia y la fidelidad eran
LEYES y PRECEPTOS de mucho más peso, y, què por lo tanto, NO debieran ser
descuidados, mientras que el diezmo (y MENOS el monetario) no eran el énfasis como
ellos insistìan. Y, en el Nuevo Testamento NUNCA se menciona el diezmo como
ley, sino se habla de MUCHO MÀS que la dècima parte: “Cada uno dè como le DICTA
su corazón; cada uno de CONFORME haya ganado; y, desde el Antiguo Testamento
nos enseñaron: “No mires a tu hermano pasar necesidad y le digas: oremos, sino DALE
de lo que tienes” (Proverbios 3:28 y confirmado en 1ª. Corintios 16:2 y 2ª
Corintios 9:7). Aclaramos: Un Ministerio NO es ni debiera de ser un medio para
PEDIR recursos, sino es o debiera de ser un medio para DAR recursos (Hechos
2:46). El que entendió, entendió. Cristo NO mete ladrones al paraíso.
Señor: Danos un honesto celo por tu casa.
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