Escudriñemos y aprenderemos bien (Parte dos)
El apóstol Juan en el Nuevo
Testamento nos dice: “Escudriñad
las Escrituras”; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna,
o sea, la verdad que ès Cristo (Juan 5:39). El apóstol Pablo felicitò a los
creyentes de Berea porque eran muy nobles y “escudriñaban” la palabra para ver
si lo que él les decía era verdad (Hechos 17:11), muchas y mucha de la verdad
no la ni las entendemos porque nos hemos acomodado a recibir lo que se nos dice
detrás de un pùlpito o un altar y nada màs. Ahora bien, el centro de nuestro
mensaje es: Cuando Dios habla del diezmo con Moisès le dice: “Y
el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los
árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. Y
si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su
precio por ello (Levìtico 27:30-31). ¿Ya hizo usted cálculos lo que es la
quinta parte del precio de algo? Es el veinte por ciento (20%). Si hoy, ya
sentimos que una entidad monetaria nos “extorsiona” cobràndonos el 10,12 y
hasta el 15 % por un préstamo, preguntamos: ¿Realmente creemos que quien puso
la Ley de NO extorsionar a un hermano, extorsionarìa a un hijo, colocándose él
mismo a un nivel más usurero que una entidad humana usurera?. Continuarà
Señor: Danos
un honesto celo por tu casa
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