Escudriñemos y aprenderemos bien (Parte uno)
“De cierto te digo que HOY
estaràs conmigo en el paraíso”, palabras de un Cristo santo a un impuro ladròn
estando ambos en la cruz (Lucas 23:43). ¿Si Cristo es el Hijo de Dios, si él
venìa, como dijo, de estar en los cielos; si venìa para redimir a los pecadores?.
Preguntamos: ¿Serìa entonces posible que conociera las Leyes bajo las cuales
Dios Padre rige a la humanidad y sus actos? Definitivamente debemos decir que ¡Si!.
Bajo esa “teorìa” (teoría es algo
probado, hipótesis es algo improbable aún) analizaremos un “pequeño detalle que
quizás nos han enseñado o hemos aprendido mal por años”, júzguelo usted mismo.
Cuando Dios le dicta las Leyes a su pueblo le dice: “Cuando tu hermano te pida
prestado NO TOMARÀS DE ÈL USURA NI GANANCIA, NO LE DARAS DINERO A USURA”
(Levìtico 25:36-37). En otra parte de la escritura leemos: “Cuando alguien
consagrare algo a Jehovà… y lo quisiere rescatar, añadirà a su valor la QUINTA
parte sobre su valuación” (Levìtico 27:1 y 13). Preguntamos: ¿Si Dios está en
CONTRA de la usura a un hermano, estarà a favor de que un padre sea usurero con
un hijo? ¿Es más, será quien prohíbe la usura un usurero? Continuarà.
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa
Comentarios
Publicar un comentario