Por menos de un punto.
Toda organización tiene
códigos, normas, reglas, estatutos que deben cumplirse, y, en instituciones de
mucho prestigio, ese prestigio se lo han ganado por el hecho de ser
inquebrantables con esos parámetros. Hace unos días platicamos con un magnìfico
estudiante de una prestigiosa universidad, y nos contaba que por haber obtenido
89.85 de promedio en todas sus clases durante los cinco años de estudio NO pudo
optar a prescindir de su examen privado, porque la norma es alcanzar los 90
puntos de promedio. Por .15, o sea, menos de un punto, no fue posible alcanzar
la meta y por lo tanto NO opta al privilegio. La pregunta es: ¿Si una
institución humana, falible y efìmera es tan rigurosa, entonces cómo esperamos
que Dios que es infalible, eterno y santo, rompa sus parámetros puestos a sus
santos para entrar al cielo? NO por gusto están escritos los capítulos bíblicos
como el de gálatas 5 por ejemplo, en donde se nos explica lo que podemos y lo
que no podemos ni debemos hacer. Tenemos que estar conscientes que por menos de
un punto… alguien puede NO entrar.
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
Comentarios
Publicar un comentario