Menù a conveniencia
Ciertamente que hay personas
que siempre están arreglando las situaciones a conveniencia propia, pero
preguntamos: ¿Acaso, nunca lo hemos hecho en alguna ocasión nosotros?. Ni los
personajes bíblicos como los patriarcas se salvan de ello, veamos un ejemplo
que fue no solamente ilustrativo sino también extremo. Jacob le compra la
primogenitura a su hermano Esaù, quien al darse cuenta de lo que había perdido
jura vengarse de su hermano hasta la muerte (Gènesis 27:41). Pero, 20 años más
tarde, cuando Jacob viene de vuelta a su tierra, entendiendo que el juramento
de su hermano no había sido en balde puesto que era hombre fuerte y diestro con
la espada, antes de encontrarse con él narran las escrituras que divide a su
familia, y pone enfrente a sus siervas y a los hijos de ellas. ¿Quiènes eran
sus siervas? Bila y Zilpa, y sus hijos Dan y Neftalì, y Gad y Aser (Gènesis
35:25-26). Mire què coincidencia, esos 4 personajes son precisamente los que
pastoreaban con Josè, las ovejas de su padre, y quienes actuaban mal por lo que
Josè le da informes negativos de ellos a su padre (Gènesis 37:1-2). Pero el
punto principal del asunto es èste: Jacob, prefiere, ante un posible peligro de
muerte, arriesgar a sus siervas y a los hijos de ellas que a sus esposas y a los
hijos de ellas. ¿No es acaso, èste, un menú a conveniencia?
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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