Astucia.

 


 

“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales… y le dijo a Eva” (Gènesis 3:1). Quizàs hemos estudiado o leído muchas veces èste pasaje bìblico, pero ¿acaso hemos estudiado la palabra astucia? Significa que una persona utiliza engaños o seducción para conseguir un fìn. Ahora entendemos que la serpiente logró penetrar ese sello de inocencia de Eva “seduciéndola” a comer del fruto prohibido, y, Eva, ya sin inocencia entonces “sedujo” también a Adàn a comer del fruto. ¿Estamos culpando a Eva de la caída? NO, Adàn pudo haberse negado y no lo hizo sino consintiò. ¿La razón?  Quizàs no estuvo dispuesto a quedarse sólo otra vez; quizás la seducción de Eva fue lo suficientemente elocuente para que cayera, etc. Pero èste es un claro ejemplo de cómo con “astucia”, alguien consigue lo que quiere de otra persona. Satanàs de Eva, Eva de Adàn, Satanàs de nosotros. ¡Cuuidèmonos!

Señor: Danos un honesto celo por tu casa.

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