Consecuencias.
¿Cuàntas veces hemos escuchado,
y nosotros mismos hemos expresado, en dónde está Dios cuando pasan ciertos
acontecimientos? Dios está en su trono y en todo lugar, esto para quienes
creemos en él. Pero, la respuesta más sabia a èsta pregunta nos la da Dios
mismo desde el principio de los tiempos: ¡Caìn, ¿Si bien hicieres, no seràs
enaltecido? (Gènesis 4:7). Lo que nosotros consideramos las “injusticias” de
Dios, no son otra situación que “errores, malas decisiones, y falsas
expectativas” que nosotros hacemos de lo que creemos Dios deberìa hacer o debió
haber hecho en nuestras vidas. Existe un principio que se cumple todos los
días: “Toda causa tiene un efecto”, y no tiene valor porque lo hayan repetido
hasta la saciedad los grandes filósofos o pensadores, sino porque es una
realidad y una experiencia comprobada por los siglos. Dios no provoca nada en
nuestras vidas, todo lo que nos sucede es como “consecuencia” de algo que
hicimos, dijimos, dejamos de hacer o dejamos de decir. Selah.
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa
Comentarios
Publicar un comentario