Miremos el contexto no sólo el texto.
“Yo soy el buen pastor, entro
por la puerta, hablo a MIS ovejas, y ellas OYEN mi voz, y las SACO, y ellas me SIGUEN”
(Juan 10:1-3). Esto dice el texto, pero ¿què dice el contexto? Capítulo 9 casi
completo del evangelio del apòstol Juan: “Y los padres del ciego curado tenían
miedo de decir la verdad, porque si no, los EXPULSABAN de la sinagoga” (llámela
hoy iglesia, congregación, templo, sinagoga, como usted quiera) (Juan 9:22).
Entendamos lo que está sucediendo, Cristo cuando vino físicamente estuvo
siempre en contra de la religiosidad, del fariseísmo, del fanatismo, de la
opresión que se llevaba a cabo DENTRO de la congregación NO del mundo (lea
Mateo 23 completo). El vino a traer paz y libertad a SU pueblo, a aquellos que
OYEN su voz, no la de un hombre (Juan 10:5). Y, si alguien pudiera refutar que
“esto” era sólo para el pueblo judío, miremos otra vez el contexto: “Pero,
¡tambièn! tengo otras ovejas que NO son de èste redil (gentiles, nosotros)
(Juan 10:16) ¿Què parte de Jeremìas 31:1
y 31-34 en donde Nuestro PADRE quiere ser nuestro líder, nuestro pastor,
nuestro maestro, no hemos entendido aún, o, es TAN difícil de entender nos ha
resultado? ¡NO hagamos al Señor mentiroso, siguiendo mercaderes, oigàmoslo a él
y sigámoslo a èl! (Zacarìas 14:21y 2ª Pedro 2:3) Meditemos.
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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