Asì de grande es su misericordia
Pablo escribiendo a los
creyentes de Corinto, les dice: “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación,
tal fornicación que ni entre los gentiles se nombra” (1ª Corintios 5:1). El
punto es, que había un miembro de la congregación que era fiel a la
congregación, pero infiel a Dios, pues se acostaba con su madrastra (mismo
verso 1). Hoy en día, sobre todo el fariseísmo, lo condenarìa al infierno. Pero
veamos lo que hizo el apóstol Pablo: “Entrèguenlo a Satanàs, para que SU CUERPO
sea destruido… pero NO SE CONDENE su alma” ¡Què tal!. NO estamos promoviendo el
pecado, solamente, decimos como dijo el predicador de los jóvenes: ¡Què
diferente vemos el color del pecado, cuando le ponemos nombre y apellido, y
casualmente ese nombre y apellido nos es familiar, o peor aún, personal!. NO
decimos que Dios es permisivo y que lo podemos manipular o engañar, pero lo que
sì es evidente, es que, la misericordia de Dios NO es como nosotros la
percibimos. ¿Ya olvidò usted, que Sansòn no solamente se suicidò, sino lo hizo por
venganza, que también es pecado?; Jueces 16:26-28); y sin embargo, es nombrado
entre “grandes” hombres de fe (Hebreos 11:32).
Señor: Danos un honesto celo
por tu casa.
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