Nadie nos necesita explicar lo que Dios explica

 


 

¿Què mejor maestro que Dios? ¿Què mejor conocedor de la palabra, que quien la inventò, expresó y mandò ponerla por escrito? No queremos pecar de vanidosos, prepotentes ni rebeldes, pero ¿acaso no nos dice Dios en su palabra que quienes necesitan un tutor o un cuidador son los niños hasta el tiempo señalado por el Padre? (Gàlatas 4:1-2). Y en otra parte dice: “Debiendo YA ser maestros después DE TANTO TIEMPO, aún necesitàis ser enseñados a tal EXTREMO que necesitàis leche y no carne” (Hebreos 5:12). Después de 1,700 años de ser mal instruidos, pues este sistema de enseñanza naciò con Constantino en el 300 despuès de Cristo, es exageradamente fácil que NO entendamos la promesa que Dios le hizo a quienes conformamos su pueblo: “En aquèl tiempo (èste tiempo, nuestro tiempo, pues esto fue escrito hace 2,700 años). Yo harè un “nuevo pacto” con la casa de Israel: “Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová” (Jeremìas 31:1 y 33-34). Preguntamos: ¿Què parte es tan difícil de entender que NO necesitamos a nadie que nos explique lo que Dios quiere explicarnos? Solamente NO entenderemos si seguimos siendo niños después de tanto tiempo.

 

Señor: Danos un honesto celo por tu casa

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La obesidad espiritual.

El anticristo está entre nosotros.

Cuando Dios te tira al ruedo.